“Queremos mostrar el potencial que tiene la industria naval de este país”

Están realizando obras de ampliación en el astillero...

Sandra Cipolla:  SPI realizó una inversión importante para poder ampliar la capacidad productiva del astillero. Uno siempre tiene la aspiración de que la industria naval pueda ser reconocida y que realmente podamos mostrar la capacidad y el potencial que efectivamente tenemos. 

Ahora contamos con una nave que tiene 22 m por 60m, es decir que eso nos permite albergar las construcciones que ustedes estuvieron viendo. Además el astillero cuenta con dos puentes grúa de 20 Tn cada uno, que dadas sus características, hace que no tengamos limitantes constructivas. También hay una segunda grada de construcción que está terminada y estamos construyendo otras dos más. Se hizo toda la zona de transferencia nueva y se redimensionó el elevador sincrónico del astillero,  es decir, que hemos aumentado aproximadamente el 60 por ciento de la capacidad productiva del astillero.

 A nosotros como industria nos costaba mucho que nos visibilicen bien; y lo cierto es que trabajamos durante muchos años para fomentar una Ley de Marina Mercante e Industria Naval, a la que llegamos con un consenso de mucho esfuerzo en el 2015. Lamentablemente no logramos que se sancione durante ese periodo la Ley; y luego  hicieron lo que nos imaginamos, que fue dividirnos, marina mercante por un lado e industria naval por el otro. Pero nosotros seguimos consensuando “a pérdida” como siempre digo, porque entendimos que el consenso tenía que darse igual, así que seguimos la lucha.

 

¿Por qué crees que se dio esa división, siendo que la marina mercante y la industria naval se necesitan en definitiva?

S.C.: A veces uno cree que las cosas suceden porque sí, pero yo pienso que en realidad hubo un plan estratégico para que Argentina fuera perdiendo su flota, su manejo del comercio exterior, la defensa de la soberanía de los puertos y sus vías navegables. Nosotros fuimos "conscientemente disminuidos" en ese momento; porque vieron que juntos éramos fuertes, industria naval y marina mercante, y por eso lo mejor que podían hacernos era dividirnos. Pero bueno, nosotros tratamos de apoyar a los sindicatos que se embanderaron tras la Ley y así acompañamos, pero lamentablemente - en el año 2017 -  se vetaron artículos importantes de esa Ley, y la realidad es que nos quedamos con una normativa  vacía de contenido. Igualmente no claudicamos.

Después, en plena pandemia, atravesado el mundo por esta crisis sin precedentes, nuestro sector fue declarado como estratégico; y ahí entendimos que realmente nos habían visto y  empezamos a trabajar. 

¿Existe una división entre la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) y la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA)?

S.C.: ABIN está dentro de la Federación, nació en el 2004 como entidad, en una coyuntura particular del país y porque nuestras convicciones tenían algunas diferencias con respecto al manejo de la Federación. Hoy trabajamos en conjunto, si bien por el momento no queremos perder independencia. Creo que nos fortalece esta sinergia que hemos encontrado, por ejemplo en la organización del acto del Día de la Industria Naval Argentina, que hicimos en forma conjunta. 

¿Hay una reactivación del sector?

S.C.: Vemos dos factores, primero la defensa de la industria que tomó el Gobierno, que empieza a pensar y manifestar que quiere a la industria naval como parte del componente productivo y el empleo, así que ahí estamos en primera línea dentro de lo que son las industrias. También empezamos a trabajar con la autoridad de aplicación, que es la Secretaría de Industria, en varios ejes. Uno de ellos tiene que ver con la financiación, que es lo primero que se tenía que resolver y en un nuevo plexo normativo que ponga un marco al tema de la importación de buques usados. Realmente la Secretaría de Industria tomó el tema para defender a la industria nacional, y en este caso, a la industria naval en particular. 

Así que con la manifestación de la acción política, el trabajo en el plexo normativo, sumado a lo que ahora hace 15 o 20 días ha anunciado el Ministerio en cuanto a la  asignación de fondos para la financiación de construcciones, vemos todas señales positivas. Se trata de un fondo que otorga el Ministerio de Desarrollo Productivo, pero que no está por Ley, así que ese es otro trabajo que tenemos que hacer a futuro para que esto sea renovable, que nos permita ser previsibles y no dependamos solamente del accionar de un Gobierno.

¿En qué consiste ese fondo? 

S.C.: En realidad la línea de crédito no es para los astilleros, quienes califican son los armadores, que tienen que presentar el proyecto junto con un astillero en el Ministerio Desarrollo Productivo.

¿Cómo ven ustedes esos créditos desde la industria naval?

S.C.: Hace falta financiamiento para poder construir, así que todo crédito es bienvenido. Nosotros hemos trabajado muy bien con el Banco Nación; con la Secretaría de Industria y el Ministerio de Desarrollo Productivo, e hicimos un esfuerzo enorme en conjunto para que esta línea pudiera salir en un marco que sea responsable y sostenible. 

Por lo menos nosotros, ya podemos decir que salió el primero, porque ya se emitió el primer certificado para la construcción de un pesquero, y fue en menos de 15 días. La realidad es que está funcionando y estamos motivados. Me parece que va a potenciar el desarrollo de la industria naval en general. Si bien está focalizado en Mar del Plata, en la pesca, pero ya tenemos contacto para remolcadores, barcazas, areneros, es decir que se empezó  a activar porque se ve como una herramienta posible. 

¿Se puede hacer una renovación de la flota general en Argentina?

S.C.: Tal vez le falta un poco de renovación a los remolcadores de empuje, no tanto a los de puerto. Es importante destacar, además, que este financiamiento salió además con una línea de beneficio adicional para quien lo aplique en la renovación o construcción de embarcaciones a GNL.

¿Cómo ven el posible desarrollo de buques a GNL en el país, es viable desde un punto de vista económico? 

S.C.: El GNL nosotros lo venimos trabajando hace tiempo, pero va más allá de nuestra propia voluntad como astillero. En el mundo se está hablando del GNL, pero como un puente, ya que el objetivo final probablemente termine siendo el hidrógeno. Hay que tener en cuenta que demanda una inversión de millones de dólares que debe tener como mínimo una vida útil de 25 años, es decir tendríamos que llegar al 2050 con una huella de carbono que nos permita seguir avanzando. Nosotros lo trabajamos, y hay otras cámaras y sindicatos que también lo hacen, pero nosotros no tenemos solamente desarrollos propios sino que trabajamos en función a las necesidades de nuestros clientes.

Y hablando de los proyectos, ahora tienen la construcción de uno de los pesqueros más importantes de la Argentina por su tamaño, ¿cómo avanza la construcción del buque Luigi?

S.C.: Como les explicaba, estas inversiones se pudieron dar porque hubo acciones políticas que a nosotros nos motivaron, pero además porque hubo un armador pesquero nacional, que nosotros consideramos que está haciendo Patria, que tomó la decisión de poner la orden de compra aquí en el país y estamos muy agradecidos con la empresa Solimeno porque ellos eligieron a SPI como astillero. 

Desde ese lugar, nos animamos también porque visualizamos que realmente la industria se puede desarrollar, entonces empezamos a hacer todas las inversiones que eran necesarias. Ustedes pudieron recorrer la nave industrial, eso en diciembre de 2020 era  un médano, cuando tuvimos la visita de la Secretaría de Industria estábamos recién poniendo la quilla del Barco y hoy podemos ver el tamaño que ya tiene el barco. Es realmente un proyecto de alto impacto de ingeniería; hoy es el buque de mayor porte construido en el país y ojalá podamos construir muchos más buques de mayor porte, no sólo nosotros, sino el resto de los astilleros. Así que estamos muy orgullosos.

Otro proyecto que me llamó la atención es el de una draga que hicieron...

S.C.: Eso ha sido otro hito para nosotros. La construcción de esa draga tuvo que ver con el inicio de la pandemia, porque en Mar Del Plata teníamos reparaciones,  en ese momento estaba la Fragata Libertad en seco en el astillero y teníamos la posibilidad de seguir trabajando, pero en Campana no; y eso podía generar que mucha gente se quedará sin trabajo. Entonces decidimos hacer una inversión propia para sostener las fuentes de trabajo y además mantener motivados a los ingenieros, a los técnicos, y para continuar la capacitación de los obreros navales o profesionales, y que no decayera la actividad.

Además visualizábamos una problemática, que es la falta de profundidad en muchos puertos del país, como por ejemplo en Barranqueras. Evidentemente esa es una de las necesidades, que se agravó por los efectos del cambio climático y la bajante del río. Por lo tanto, más allá de cubrir nuestras propias necesidades, podíamos poner al servicio esta draga, si bien nosotros somos astillero, no somos dragadores. 

Esta draga es para trabajar en el interior de puertos, no es para hacer el acceso al puerto de Mar Del Plata ni para trabajar en la vía troncal de navegación. Se trata de un equipo versátil que se puede montar en un camión y llevarla a cualquier lado, y esa es la idea, de manera tal que se pueda armar en 48 hs y puede ser transportada en cuatro contenedores.  Opera por succión de cañerías, es muy versátil, tiene también lo que se denomina “escalera” que puede ser extendida y de esta manera puede trabajar debajo del muelle flotante o de la zona de los diques. Esto se hizo en un trabajo de ingeniería conjunto con la empresa Damen Shypiards porque ellos son especialistas en construcción de dragas, pero nosotros conocemos las necesidades de los puertos acá, así que se pudo diseñar un equipo que es específico para Argentina.

¿Está faltando ese tipo de dragas en el país?

S.C.: Entendemos que hay una necesidad. La verdad que hicimos una jugada fuerte; porque decidir construir la draga fue una política empresaria en términos de que no queríamos desinvertir nosotros ni despedir gente.

¿Ustedes trabajaron en el desguace de los buques en Mar del Plata?

S.C.: Mar Del Plata tiene una complejidad en cuanto a los buques en desuso pero realmente el Presidente y el Directorio del Consorcio de Gestión del Puerto de Mar del Plata en este período se han ocupado del tema. También se hizo un trabajo años atrás.  

Creo que desde el consorcio se está haciendo un buen trabajo, no es un proceso fácil y sin embargo han podido articular con todos los sectores del puerto con la complejidad que eso tiene, y han podido avanzar con el tema. Creo que viene avanzando muy bien. Ahora con la Armada tienen un proyecto también en ese sentido, nosotros como astillero colaboramos para el retiro de dos de esas embarcaciones y posterior desguace. Hay otro astillero que está desguazando un tercer barco. Si bien nosotros somos constructores, no somos desguazadores, entendemos que se está haciendo una buena gestión, ojalá que pueda continuar llevándose adelante porque el Puerto de Mar Del Plata tiene un reclamo de necesidad de muelle histórico de los armadores.

El Puerto de Mar del Plata está necesitando una grúa, ¿ustedes no podrían construir una?

S.C.: Nosotros tenemos trabajo planificando para tres o cuatro años vista;  igual todos los desafíos nos gustan, así que seguramente si nos convocan nos vamos a poner a pensar en algo, pero realmente estamos con contratos y con una cartera grande, trabajando con embarcaciones como el Luigi, ya tenemos previsto realizar cuatro buques. 

De hecho acabamos también de firmar para la construcción de un quinto buque con otro armador. Nosotros arrancamos con buques de 9,90; seguimos con los de 20,90 y saltamos a 39,96. Éste sería de 32,09;  es decir es el modelo que nos estaba faltando para abarcar todo una flota pesquera que queríamos desarrollar.

Tienen también instalaciones en Campana y otro astillero en el Sur del país, ¿cuáles son los planes ahí?

S.C: Si, tenemos una sede en Campana, que es otra unidad productiva y en el Sur un astillero con capacidad para 10,000 tn de izaje. La verdad que poder desarrollar Caleta sería nuestro cierre glorioso, porque además está posicionado en un lugar estratégico de la Patagonia; ahí estamos pensando en los buques Supply que operan en el Atlántico Sur.  La idea sería poder desarrollar en ese lugar un astillero de mayor porte. La ilusión está, incluso lo hemos  trabajado junto con la Provincia. Pero uno tiene que ir ordenando el trabajo y comenzamos por Mar Del Plata. Ahora tenemos que poner en actividad Campana, que con las barcazas y remolcadores que estamos trabajando eso se puede lograr.

Poder estar en la actualidad hablando de todos estos proyectos en un año y medio atravesado por una pandemia, y con una crisis mundial, significa que hay voluntad del empresariado argentino, que tiene interés de generar producción y trabajo en el país. También hay un Gobierno nacional que acompañó con políticas que nos van a permitir desarrollarnos más. Necesitamos continuar trabajando para que se implementen más políticas de desarrollo del sector.